Se habla mucho de equidad social, de igualdad, de igualdad de derechos entre hombre y mujer, pero usualmente estas cosas quedan solamente palabras y se tiende a olvidarse que la posición de la mujer hoy en día en Italia es probablemente y paradojalmente aún más precaria de la del hombre.
Es decir, no solamente estamos en crisis mas las mujeres en este país y en este momento lo son aún más.
Es importante entender que hay alguien que hace algo para cambiar esta situación, es importante entender que hay alguien que pasa de las palabras a los hechos abriendo su propia empresa a las mujeres más que a los hombres, tratando de ayudar quien se encuentra más en dificultad y consiguiendo resultados extraordinarios tanto desde el punto de vista de la calidad como desde el punto de vista de la imagen.
Hoy reporteamos una pieza de la entrevista que el Carlino de Bologna quizo hacer a Violetta Corazza, la “Deus ex machina” de Corazza Grup, esta empresa boloñesa que obra en la producción de plantares correctores y ortopédicos.
¿“Hay las empresas rosa? Entendiendo aquellas que son organizadas a medida de mujer, dirigidas por una mujer y donde los dependientes con los cargos más importantes son mujeres? Si algunas hay, Corazza de Molinella, especializada en plantares ortopédicios, las representa todas de la manera mejor. Dirigida por Violetta Corazza, cuenta 24 dependientes, el noventa por ciento de los cuales son mujeres. Los horarios de producción, establecidos entre la dirección y las empleadas, son desde las siete de la mañana hasta las tres y media de la tarde. Porque así se gana tiempo en llegar al sitio de trabajo (la mañana a las siete no hay tráfico) y queda todavía la tarde para los hijos y la vida familiar. En un momento económico quel lleva a pocas sonrisas, Corazza ofrece una profesión y un sueldo preferiblemente a la otra mitad del cielo.”
En esta dirección también un video de la entrevista a Violetta.
Obviamente Uds. pueden leer toda la entrevista en el artículo original, pero lo que nos urgía es hacer entender que pasar de las palabras a los hechos no solo es posible sino que también deseable y ventajoso.